Hoy domingo, y
sí, por la mañana, se me ha ocurrido que podría dedicarle unos minutos al blog
que lo tenemos un poco abandonado. Tal vez haya sido una epifanía divina, o el
hecho de que ayer por la noche me encontrara con mi colega y coadministrador de
este espacio.
Sea como
fuere, aquí estoy, y sin más dilación, y sin importarme un ápice si alguien a
entendido lo que haya dicho, quisiera hablaros hoy, amigos blogueros, de… pues
de la vida en general, que puede interesar a todo el mundo como podrían no hacerlo
la economía, la política o las fotos de gatitos tocando el piano. Y es una
lástima no poder hablar de esto último, pero bueno.
Como yo no
estoy suficientemente capacitado como para hablar mucho del tema, mejor os
cuento qué es para mí la vida, y vosotros ya lo interpretáis como queráis e
incluso os doy la oportunidad de opinar al respecto, cosa que tal vez
agradezcan nuestros lectores rusos. Ahí va. Para mí, vivir en este cuerpo de forma
humana (un cuerpo hermoso, por cierto) significa levantarme por las mañanas,
pase lo que pase antes del medio día; formarme para el futuro en la universidad
entre semana, eso sí, vestido en todo momento; rematar jornada educativa en
casa, escuchar mi cadena de radio preferida, ver la televisión, navegar por
internet, jugar, comer, cenar y, en algunos momentos del día incluso llego a
entablar conversación con otras personas.
La verdad es
que cuando más a gusto me encuentro en todo el día es cuando charlo de manera
informal (pero sin faltar al respeto a nadie, ni a la tan sagrada para mí Real
Academia Española). Siempre aprendo, reflexiono, me entretengo. Y aunque puede
que mañana ya no me sirva de nada en absoluto, de algún modo sé que habría
echado de menos aquello que no sucedió. Yo creo que todo el mundo tiene algo interesante
que contar, y que deberíamos aprovechar la oportunidad que se nos ofrezca hoy
para hacerlo, porque es posible que a alguien le llegue a servir de algo en
algún momento, bien sea para movilizar a la sociedad o para simplemente entretenerse unos pocos
minutos.
Sin más, os
dejo por hoy, y espero que estas palabras que yo he cohesionado, espero que
correctamente, os hayan servido u os vayan a servir en el futuro, pues son las
pequeñas cosas como ésta las que forman y dan sentido a nuestra vida, pues hoy
ya me siento mejor que ayer.